Un libro escrito por Juan Andrés Medina Landa

"Cuando se nos hace imposible conseguir algo, ocurren cosas que cambian el rumbo de la situación..."

lunes, 13 de agosto de 2012

Capítulo 3: Los dos objetos del equilibrio


Ella sabía que su destino era conseguir a Emil, durante mucho tiempo había estado como mano derecha de Vincent, cumpliendo una que otra tarea que se le asignaba. Por primera vez, en todos los años de obediencia, se le había propuesto el conseguir a este chico, entrenarlo,  hacerlo  miembro de los Tolls, colocarle aquella huella imborrable en el brazo derecho.

Ella,  Cheryl,  había  sido  encontrada  por  el  mismísimo  Vincent,  líder  y organizador  de  los Tolls. En su supervivencia por escapar de unos violadores, Vincent acudió en su auxilio,  salvándola, así, de estos desviados. ¿Qué ocurrió con ellos? No se supo en realidad. La policía  de Harley argumentaba que se habían fugado del territorio, puesto que más nunca se  encontraron rastros de ellos.  No  solo  se  les  buscaba  por  este  intento  de  violación  sexual,  sino  por muchísimos otros: robos a mano armada, asesinatos, violaciones y hasta múltiples mutilaciones. Lo cierto del caso, fue que nunca pudieron dar con los cuerpos de estos dos sujetos. Como era de esperar, tampoco pudieron conseguir pistas sobre el héroe que había rescatado a la niña, incluso, tampoco habían conseguido pistas del por qué este hombre o mujer (no se sabía con exactitud) había desaparecido con esta joven en sus manos. Con el tiempo se sabría el por qué de todo:

Cheryl, al igual que Vincent, Borka, Medwin, Eldon, Volker y  muchos más, poseía el don. ¿Qué don era visible en ella?  Pues bien, Cheryl se llevaban muy bien con los animales, a decir verdad, siempre fue muy complacida por los padres al momento de querer adquirir cualquier animal que se le complaciera. Desde el más diminuto ratón hasta el más grande y fortachón  caballo. Claro, el inmenso complejo en el que vivía se valía de grandes áreas verdes como para albergar a estos animales.

Vincent,  al  momento  de  colocarle  la  marca  de  los  Tolls  e  iniciar  el
entrenamiento inicial, no tenía muy claro cuál podía ser el don de Cheryl. Durante semanas, la mujer no era muy habilidosa en combate, tampoco en velocidad, más bien todo lo contrario: lenta, débil, quejona, llorona. Por más que Vincent le exigía rendimientos  mayores  ella  nunca,   aunque   lo  intentara,  podía  satisfacer  las órdenes de su maestro.

Vincent decidió realizar unos de los entrenamientos en los bosques que rodeaban la hermosa ciudad de Harley. Estos se veían desprovistos por los civiles de la zona, puesto que contaban las leyendas que en estas áreas verdosas solían aparecer criaturas, animales sorprendentes, pero al mismo tiempo espeluznantes. Nunca existió una prueba en general que  soportara tales afirmaciones. Esto se explicaba fácilmente, debido a que los Harleyanos siempre fueron muy seguidores de mitos, leyendas y fábulas.

El entrenamiento había comenzado, la misión de ese día: esquivar cada
uno de los ataques físicos propiciados por Vincent.

Muy bien Cheryl, tú puedes conseguirlo. Recuerda muy bien que
debes  conseguir  una  concentración  superior  a  la  de  los  días
anteriores.- decía Vincent mientras dejaba sus pertenencias a un
lado del área de entrenamiento.

Okey.- contestó Cheryl soltando el aire contenido en sus pulmones.

Cramer  se  le  lanzó  encima  con  el  intento  de  acertar  un  golpe  en  el estómago de la muchacha. Esta pudo esquivarlo mediante la realización de una pirueta hacia su lado derecho.

Muy bien Cheryl sigue así.- Vincent giró noventa grados para lanzar
otro ataque contra la aprendiz.

Cheryl bloqueaba los ataques de Vincent como nunca antes lo había hecho.
Generaba movimientos con los brazos de manera impecable. Sin embargo, su jadeante  sed y la constante respiración acelerada comenzaban a dar señales de que su rendimiento comenzaba a disminuir. Tras unos cuantos golpes, cada vez más veloces,  por parte de Vincent, el individuo terminó asestando  dos  puñetazos:  uno  en  la  barriga,  el  cual  hizo  que  ella  se agachara; el segundo, en la cara, consiguiendo con este que Cheryl cayera
contra la grama verdosa.

Bueno  Cheryl,  excelente  intento,  pero  necesitamos  mejorar  tus
habilidades en cuanto a la resistencia. No sueles soportar mucho en el campo de batalla. Recuerda que eso es muy importante, más aun cuando  solo  te  he   atacado  con  golpes  físicos  y  no  con  los excepcionales.  Claro  está,  haré  usos  de  ellos,  pero  mucho  más adelante cuando hayamos descubierto tu centro de poder.

Cheryl,  echada  sobre  la  grama,  hacia  caso  omiso  de  las  palabras  de Vincent.  Las   escuchaba  en  el  fondo,  tal  cual  como  si  se  estuviese desmayando y escuchara los últimos sonidos antes de desconectarse de la vida por unos cuantos segundos. Ella solo apreciaba a un conejo. Este era de color blanco, color que se hacía ver muchísimo más brillante por efectos de los rayos del sol. Analizaba su pelaje, su tamaño tan pequeño, la forma en la que este animal tomaba su alimento y lo rasgaba con los dos dientes delanteros que tan visibles son en ellos. Comenzó a pensar en su gran habilidad para  el movimiento. Sabía que los conejos son animales muy rápidos y muy difíciles de  capturar. Eso sí, más allá de su rapidez no poseen más habilidades que comer y realizar prioridades biológicas. Cheryl cerró los ojos e imaginó por un momento ser el  centro de atención del

mundo. Habría dado todo por ser un conejo en el mismo momento que los
violadores intentaron conseguir su objetivo. Habría corrido tan rápido que ni un mismísimo puma la habría logrado alcanzar.

Se puso de pie y decidió continuar con el entrenamiento. Las rutinas y los movimientos comenzaron como en el intento anterior. Conseguía esquivar uno que otro golpe, sin embargo, Vincent conseguía pequeños roces con el cuerpo  de  Cheryl.  Ella  no  luchaba  aun,  solo  se  limitaba  a  esquivar  la multiplicidad  de  los  ataques  y  a  concentrarse   por  lograr  una  mayor resistencia que en veces anteriores. No obstante, la imagen  del  conejo continuaba en su mente, perplejo, como diciendo “tómame como modelo, adapta mi agilidad, sé rápida como yo”.

Justamente cuando su entrenador sabía que ella iba estar desconectada de su capacidad para continuar, intentó dar el golpe inicial. Para la sorpresa de Vincent, el intento resultó fallido. Ella se incorporó nuevamente en combate, como si le hubiese colocado unas pilas nuevas y su energía, su resistencia hubiesen recuperado todo lo perdido, solo que esta  vez era mucho más veloz.  Vincent,  por  otro  lado,  iba  aumentando  el  nivel  de  complejidad, realizando movimientos y ataques poco posibles de esquivar a simple vista.

De pronto, la imagen de la mujer comenzó a modificarse: comenzando primero por  un  brillo amarillo en todo su cuerpo, después su cuerpo se desplomó en el suelo bajo  un estado de shock. Mediante unas cuantas convulsiones, o así parecían, las extremidades de su cuerpo comenzaron a colapsar dramáticamente. Vincent podía ver y escuchar como los huesos se torcían, se rompían y luego acoplaban un tamaño mucho  más pequeño.

Finalmente su imagen se convirtió ya no en una hermosa chica, sino en un
conejo.

Vaya, vaya, vaya sorpresa. Creo que hemos dado con tu gran don
Cheryl.  Al  parecer  pudiste  convertir  no  solo  tu  cuerpo  sino  tu habilidad en la imagen de aquel animal que nos observa constantemente. Si tú lo quieres, seguiré con mis ataques. Veamos que tan veloz te has puesto.

Vincent no comenzó por ataques fáciles, todo lo contrario, comenzó con un nivel  superior  al  que  había  mostrado  anteriormente.  Como  miembro  y organizador de los Tolls, no se permitía a si mismo tener solo esa habilidad, es por ello que manejaba otros  campos de dones como el de invocación
animal que realizaría en ese momento para poner fin al don de Cheryl.

Serpentum.- comenzó a formarse en la grama la figura alargada de
una  serpiente  gigante.  Este  nuevo  animal,  tras  unos  cuantos movimientos sencillos, pero rápidos al mismo tiempo, consiguió dar con  el  conejo.  A  continuación,  la  serpiente  lo  enroscó  entre  sus vértebras cubiertas por la piel  babosa. Luego, comenzó a apretar, hasta que el pobre conejo comenzó a  perder fuerzas. La culebra desapareció y el conejo, muerto en el acto, volvió a adquirir la forma de Cheryl.

¿Qué me pasó? Podía ver que una serpiente gigante, invocada por
ti, me atacaba sin compasión. Podía ver, pero cuando quería hablar no podía. ¿Qué fue de mí?

Bueno, hemos dado finalmente con tu don. Posees la habilidad de
convertirte en cualquier animal al que observes. Para ese momento

tu prioridad era ser mucho más ágil en cuanto a movimiento, y que
mejor opción que un conejo. Puedes convertirte en el animal que desees, siempre y cuando tu energía te lo permita; de ella dependerá las veces que puedas realizar tu ataque. Una vez que es asesinado tu animal, vuelves a tu forma original, por lo tanto, la única forma que puedan eliminarte del todo es cuando  estás bajo forma humana.

¿Qué nombre le pondrás a tu don?

Cheryl con una gran expresión de alegría en su rostro dijo: animalidad.

Los recuerdos de Cheryl de aquel maravilloso momento no se podían borrar de su memoria aunque le lanzaran millones de encantamientos y hechizos. Había sido un día muy especial para ella. Por primera vez era importante dentro de un grupo, dentro de los Tolls. Ahora se encontraba a las afueras del gran árbol a donde había llegado aquella noche agitada. Con los nervios de no saber si la habían descubierto, tuvo que correr  rápidamente entre
aquella maleza que le cortó el rostro en algunas oportunidades.

Muy bien discípula, esta es la foto del joven al que debes buscar. En
esta ocasión no contarás con la compañía de Marty. Debes hacerlo
por ti sola, valiéndote siempre de tus dotes animales. Debes traer a ese chico cuanto antes. Lo más rápido que te sea posible.
Claro que si Vincent. Pronto estará junto a nosotros, muy pronto tendrá la marca. Además, quisiera verme reflejada en él cuando lo estés entrenando. Será bueno. Es hora de irme. ¡Hasta pronto!
Hasta pronto Cheryl. Cuídate.

Cheryl miró al cielo, observó fijamente a un pájaro y adquirió su forma, despegando así de aquel lugar y rumbo a su misión de reclutamiento.

**

El día que Emil estaba esperando había llegado. La fecha era la del 20 de noviembre. Nunca podría olvidar aquel día, sobre todo ese día. Su día había sido de lo más normal. Había  ido a la universidad, cursar una que otras materias y presentar el parcial que le habían asignado. Siempre había sido muy estudioso, siempre se preocupaba por no bajar su promedio de los 15 puntos. Nunca se la pasaba solo en el campus universitario, todo lo contrario, siempre estaba rodeado de su grupo de amigos más allegados, entre los que se encontraban: Ginger, Gregory y Pam.

Ginger era una chica de 19 años de edad, muy extrovertida, alegre y súper cariñosa. Era la chica que todo hombre hubiese querido como novia. Físicamente, era de contextura delgada, pelo amarillo y de piel clara. Medía un metro y medio aunque siempre se preguntó por qué no había salido a sus padres, quienes eran sumamente altos. Era obvio que algún problema debía de tener. Era muy allegada a Emil, se conocían desde niños, puesto que sus padres eran muy buenos amigos también.

Gregory, era una versión exacta de Emil, solo que Greg era tímido y un poco miedoso ante cosas que nunca antes en la vida había experimentado. Entre él y Emil había existido una competencia al estilo de La Guerra Fría, Emil lograba esto, Gregory lograba lo otro, Emil sacaba 18, Gregory conseguía un aplastante 20. Sin embargo, su amistad fue una de las mejores. No se conocían desde la infancia como era el caso de Ginger, sino que Gregory entró al colegio, en el cual se graduaron los últimos dos  años de estudio. Él era alto, un poco musculoso, pero que al fin y al cabo nunca le sacaba provecho a su fuerza. Mucha gente se solía meter con El, pero solo los ignoraba, como si no estuviese pasando nada.

Pam, siempre estuvo enamorada de Emil, si tan solo le hubiese dicho su gran secreto romántico habría pasado a otra historia, pero ese no era el caso. Ella se mantenía  en  un silencio profundo, admirando cada día más a Emil. Era de imaginarse que lo celaba  inmensamente con Ginger, quien se la pasaba para arriba y para abajo con Emil. Pam era de pelo negro un poco más alta que Ginger, pero con el cuerpo un poquito pasado de peso, característica que la ponía de mal humor frente a sus amigas.

La tarde la pasarían estupendamente bien. El plan inicial era ir a tomarse unos helados en la plaza Victoria, la cual estaba ubicada a pocas cuadras de su universidad. El lugar era bastante deambulado por los estudiantes de la institución. Todos iban para allá después de clases, compartían un rato y luego cada quien se dirigía de nuevo a sus hogares.

Aun no era fin de semana por lo que no podían salir a rumbear para las discotecas,   como  era  la  costumbre.  Emil  estaba  dispuesto  a  pasarla  bien estuviese donde estuviese,  por supuesto, que siempre con sus tres mejores y
fieles amigos.

¿Qué tienes pensado hacer para el fin de semana Emil?- le dijo su
enamorada secreta.

Aún no lo sé Pam. Tal vez salga de viaje con mis padres adoptivos,
quizás me vaya por allí a tomar un par de cervezas o tal vez los lleve
a la casa y nos caigamos a tragos como es de costumbre.

Nada mejor pasaba por la mente de Pam que emborrachar al cumpleañero. Que cantidad de cosas le hubiese hecho si…

Emil te he traído un obsequio.- Ginger metió su brazo izquierdo en el
morral y sacó una cajita envuelta en papel de regalo.

Ginger no te hubieses molestado, pero igual gracias.- se podía ver su
sonrisa de un extremo de la cara al otro.

Pam miraba con recelo los ojos perdidos de Ginger ante la alegría de Emil.

¡Vaya! Es una brújula.- sabias que soy un despistado, no perdiste
tiempo  en  decidir  que  regalarme,  está  súper  Ging  muchísimas gracias.-  Emil  se le plantó en frente a Ginger y tras ofrecerle un fuerte apretón terminó colocándole un beso en la mejilla.

Pam interrumpió agobiada por esa escena:

Bueno Ginger, y para qué más o menos le diste una brújula, es decir,
conozco  tus  motivos,  pero  ¿Qué  utilidad  en  especial  tiene  ese regalo?

Es sencillo Pam. Esa no es una brújula corriente. La compre en la
tienda de artefactos extraños que está en el centro de la ciudad. Resulta que  la brújula está programada con funciones de GPS, lo que trae la opción de colocar nuestros teléfonos celulares y así poder saber dónde nos encontramos. Maravilloso objeto ¿No lo crees?
Si… bueno… tienes razón.

Por  los  cielos  solían  pasar  múltiples  tipos  de  aves,  pero  en  aquella oportunidad había una particular surcando el cielo de Plaza Victoria. El ave descendió hasta colocarse  en uno de los banquitos cercanos al grupo de amigos. Analizando la situación, el entorno, a cada una de las personas que pasaban por los alrededores.

El pájaro bajo del banco, fue dando paso tras paso mediante sus dos únicas patas, hasta  irse incorporando poco a poco entre los árboles del parque.

Terminó por llegar a un diminuto río que se encontraba a la terminación de
una pequeña bajada.

Animalidad afuera.

El cuerpo del ave se fue convirtiendo rápidamente en la figura de Cheryl. Claro que tales palabras habían sido expresadas mentalmente. Aun no era capaz  de  hacer  que   sus  animales  pronunciaran  ningún  vocablo.  La transformación  inversa, es decir, del  animal a  su  persona, no le había resultado tan incómoda como la primera vez que lo  experimentó, puesto que ya su experiencia se había incrementado sobre su nivel esperado.

Pues allí estaba ella, a unos cuantos metros de distancia de la persona a la que  tenía  que  rescatar  de  su  indescriptible  futuro.  ¿Qué  sería  de  sus amigos? ¿Cómo  evadirlos  sin que se dieran cuenta que ella se llevaba prestado al pequeño de veinte años?

Tras minutos y minutos pensando cómo realizar los movimientos correctos, pudo  visualizar  un caballo que estaba justamente del otro lado del río. Al observarlo había pensado su posible escape con el joven. Pero, necesitaba algo  más.  Nada  mejor  que  una  fusión  de  transformación  para  aquella ocasión. Cheryl cerró los ojos y pudo visualizar tanto al caballo como al ave que estaba en el árbol frente a ella. Minutos después se estaba acercando
al grupo de amigos.

Hola,  ustedes  no  me  conocen  ni  yo  tampoco  a  ustedes,  pero
necesito su ayuda de manera urgente y rápida. Verán, mi carro está del  otro  lado  del  parque  y  no  puedo  encenderlo.  El  vehículo  es sincrónico, así que si ustedes cuatro me ayudan a empujarlo, podría

servir para por lo menos encenderlo y poder llegar a mi casa sana y
salva.
Claro  que  si.-  Contestó  Gregory,  quien  era  la  persona  más fortachona del grupo. Los demás le siguieron la corriente.

Una vez estando en el vehículo, Cheryl le sugirió a Emil que prendiera la camioneta, mientras el resto del equipo de rescate iba empujando el carro. Así  fue.  Quienes  se  encontraban  en  este  momento  con  el  empuje  del vehículo eran Pam, Gregory, Ginger y Cheryl.

Cheryl, enseguida y sin perder tiempo, prosiguió a transformarse en una serpiente  venenosa. Su fin no era matar a los jóvenes ayudantes, sino dormirlos por un par de  minutos, mientras ella y su objetivo escapaban.
¡animalidad! Picó a cada uno en el tobillo, lo que hizo que uno por uno se
fuera desplomando. Ella lo había maquinado demasiado bien, el veneno de la  culebra  no  solo  los  dormía,  sino  que  también  los  hacía  olvidar  los recuerdos más cercanos para  el momento. Enseguida volvió a utilizar su hechizo para invocar a una forma mucho más constructiva y ambiciosa: tras unir los recuerdos en su mente del caballo y del pájaro,  continuó a la transformación.

Un caballo  con  alas  salió  rápidamente  de  la  parte  trasera  externa  del vehículo, montó a Emil bruscamente con sus alas y enseguida emprendió el vuelo. Por suerte, en el camino del pequeño río hasta los chicos, ella había visualizado a un camaleón, motivo por el cual lo aplicó también a su mezcla caballo-pájaro. De esta forma, resultó invisible para los individuos normales de la zona.

Mientras estaban suspendidos en el aire Emil no era capaz de pronunciar
ninguna palabra, solo se tambaleaba de un lado al otro intentando bajarse de tan  extraño  animal. Lo cierto es que no podía descender, de hacerlo moriría  en  el  instante.  Por  más  que  existía  ese  peligro,  el  continuaba haciéndolo, al mismo tiempo que Cheryl, convertida en el híbrido animal, lo sujetaba  fuertemente con  las alas  mientras  intentaba  planear al  mismo tiempo.

Finalmente aterrizaron en una colina, de la cual se podía visualizar de manera muy pequeña la gran ciudad de un lado y el bosque verdoso del otro. La sorpresa del joven aumentó aun más cuando ella volvió a su estado
original.

¿Qué  es  todo  esto?-  Emil,  que  se  encontraba  en  el  suelo,  se
arrastraba hacia atrás tratando de perder a la mujer de su vista. Esto
le resultaba obviamente inútil.
Emil soy Cheryl, miembro de la asociación  de Los Tolls.
No…no…no  sé  de  qué  me  estás  hablando…  ¿Cre…crees  que puedes llegar así como si nada, herir a mis compañeros y raptarme de esta manera? ¡hoy es mi cumpleaños maldición!
Lo sabemos claramente, por eso es que te hemos reclutado el día de hoy. Tu momento ha llegado, en verdad, el momento de todos ha llegado y no puedes  hacer nada para revertir ese futuro que se avecina. Puedo decirte que tienes un gran don, del cual no eres para nada consciente, pero del cual entenderás todo a la perfección en cuanto lleguemos al lugar acordado con Vincent, nuestro superior.

Ni siquiera sé que hago hablando contigo, tampoco sé por qué tú
eras… ¡Bah! Olvídalo, debe ser una alucinación, un sueño. Esto no
me puede estar pasando a mí.
Vamos niño, ¿no quisieras saber lo de tus padres? ¿no quisieras
saber que son los amuletos?

Cheryl  estaba  comenzando  a  llamar  la  atención  del  muchacho,  quien estaba inmóvil, sin poder ni querer hacer ningún movimiento. Después de
unos minutos de silencio. Él le dijo:


Muy  bien.  Llévame  contigo.  En  verdad,  ¿Qué  podría  hacer  yo?
¿luchar contra ti? ¿luchar contra alguien que se convirtió hace nada en un… en algo? Qué cosa peor que esta podría ocurrir. Adelante, vayamos.
Muy bien Emil, pero primero debo contarte la historia de los dos amuletos.  No  podemos marcharnos y llegar a la guarida sin que sepas  esto  con  antelación.  Una  vez  que  estemos  allá,  nuestro superior se encargará de  ponerte al tanto de otras cosas, de otros secretos  que  tú  quizás  quieras  escuchar, encontrarles  respuesta. Pues bien, así comienza la historia de los dos amuletos:

La historia cuenta que hace 100 años atrás, en el pasado, se formó una guerra entre el  bien y el mal. El bien estaba representado por los Tolls, mientras que el mal por los  Nox.  Cada uno buscaba su fin último en la tierra.

Por un lado, Los Tolls buscaban la victoria del bien, con esto, podrían implantar una  paz que duraría muchísimos años. Ellos no eran tontos, sabían  a  la  perfección  que  la   paz  no  dura  para  siempre, pero  se

conformaban con que durara lo necesario para que las personas entraran en consciencia.

Por el otro, estaban los Nox, empeñados desde años atrás en que el único lado que debía triunfar era el mal. Para ellos, la vida en la tierra de las personas carentes de dones no era bien vista, de hecho, podían jurar con los ojos vendados de que la única solución  para ese problema era la aniquilación total de estos individuos.

Los conflictos se comenzaron a acrecentar cuando los Tolls decidieron apoyar y salvaguardar el bienestar de las personas comunes que vivían en la tierra. Pero, nunca pudieron llegar  a un acuerdo pacífico, por lo que se dio inicio a la primera gran guerra.

Fueron muchos años en los que caían consecuentemente guerreros de ambos  bandos.  Habilidades nuevas y más poderosas gobernaban a su gusto el lugar de  batalla. Solo dos cosas dieron origen a lo que hoy se conoce como el equilibrio del bien y el mal. Estos fueron los dos amuletos.

Los artefactos eran de dos colores: rojo y amarillo. La designación de estos dos había sido por los poderes de las dos personas que los habían creado.

Tralius Tolls y  Keler Nox habían sido los  causantes de  estos dos amuletos. Y es que la guerra llegó a un punto muerto, en el cual ninguno de los dos bandos lograba conseguir la ventaja sobre el otro y mucho menos la victoria sobre los derrotados. Fue cuando estos dos personajes llegaron a la conclusión de que debían enfrentarse a muerte.

El conflicto había comenzado, se desconoce las habilidades de ambos, pero lo que sí se sabe era que tenían dones de los mismísimos dioses. Este combate se  creía  que llegaría a otro punto muerto, hasta que los dos decidieron atacarse con los  dos poderes más potentes de cada uno. Se dice que de la mano de cada uno salió un rayo rojo, por el sello de Tolls, y un rayo amarillo  por la  mano de  Nox. Fue tal  la  presión  que  ambos terminaron completamente destruidos, consumidos por las ansias de poder que tanto deseaban conseguir.

La  Congregación,  una  institución  de  sabios  de  la  época,  decidió encargarse del asunto, fue entonces cuando por primera vez intercedieron ante el conflicto. La resolución  de ellos fue muy pacífica, pero al mismo tiempo agresiva. Pacífica, porque lo que hicieron fue convertir los poderes de  ambos  cadáveres  en  estatuillas,  a  las  cuales  se  les   asignaron identidades del bien y el mal. Posteriormente, pasaron a lanzar un gran hechizo: ambos amuletos representarían el equilibrio del bien y el mal. De tomarse  los  dos  amuletos en  manos de uno de  los dos bandos todo quedaría hecho pedazos.  Los  Nox apostaban por poseer ambos, para reinar en tinieblas por la eternidad. Los  Tolls decidieron no tocar ningún amuleto, dejarle esa misión a La Congregación. Así fue como se mantuvo tal balance.

Para el día de hoy, los dos bandos se han vuelto a formar tras el robo de uno de los pergaminos. En este caso el pergamino rojo.

¿Qué son los pergaminos? Son dos en total, cuya finalidad única es la respuesta de las bóvedas en las cuales están ocultos dichos amuletos, no

solo eso, sino que también indica su ubicación y la manera en la cual se accede a ellas.

Tú, Emil, eres uno de los elegidos, eres uno de aquellos tantos que posee un don  específico, el cual debemos hacer que explotes al máximo para que al momento de  reflejarlo en el campo de batalla, nos puedas ayudar  mucho  a  recuperar  ese   pergamino  antes  de  que  las  cosas empeoren más.

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