Ella sabía que su destino era conseguir a Emil, durante mucho tiempo había estado como mano derecha de Vincent, cumpliendo una que otra tarea que se le asignaba. Por primera vez, en todos los años de obediencia, se le había propuesto el conseguir a este chico, entrenarlo, hacerlo miembro de los Tolls, colocarle aquella huella imborrable en el brazo derecho.
Ella, Cheryl, había sido encontrada por el mismísimo Vincent, líder y organizador de los Tolls. En su supervivencia por escapar de unos violadores, Vincent acudió en su auxilio, salvándola, así, de estos desviados. ¿Qué ocurrió con ellos? No se supo en realidad. La policía de Harley argumentaba que se habían fugado del territorio, puesto que más nunca se encontraron rastros de ellos. No solo se les buscaba por este intento de violación sexual, sino por muchísimos otros: robos a mano armada, asesinatos, violaciones y hasta múltiples mutilaciones. Lo cierto del caso, fue que nunca pudieron dar con los cuerpos de estos dos sujetos. Como era de esperar, tampoco pudieron conseguir pistas sobre el héroe que había rescatado a la niña, incluso, tampoco habían conseguido pistas del por qué este hombre o mujer (no se sabía con exactitud) había desaparecido con esta joven en sus manos. Con el tiempo se sabría el por qué de todo:
Cheryl, al igual que Vincent, Borka, Medwin, Eldon, Volker y muchos más, poseía el don. ¿Qué don era visible en ella? Pues bien, Cheryl se llevaban muy bien con los animales, a decir verdad, siempre fue muy complacida por los padres al momento de querer adquirir cualquier animal que se le complaciera. Desde el más diminuto ratón hasta el más grande y fortachón caballo. Claro, el inmenso complejo en el que vivía se valía de grandes áreas verdes como para albergar a estos animales.
Vincent, al momento de colocarle la marca de los Tolls e iniciar el
entrenamiento inicial, no tenía muy claro cuál podía ser el don de Cheryl. Durante semanas, la mujer no era muy habilidosa en combate, tampoco en velocidad, más bien todo lo contrario: lenta, débil, quejona, llorona. Por más que Vincent le exigía rendimientos mayores ella nunca, aunque lo intentara, podía satisfacer las órdenes de su maestro.
Vincent decidió realizar unos de los entrenamientos en los bosques que rodeaban la hermosa ciudad de Harley. Estos se veían desprovistos por los civiles de la zona, puesto que contaban las leyendas que en estas áreas verdosas solían aparecer criaturas, animales sorprendentes, pero al mismo tiempo espeluznantes. Nunca existió una prueba en general que soportara tales afirmaciones. Esto se explicaba fácilmente, debido a que los Harleyanos siempre fueron muy seguidores de mitos, leyendas y fábulas.
El entrenamiento había comenzado, la misión de ese día: esquivar cada
uno de los ataques físicos propiciados por Vincent.
Muy bien Cheryl, tú puedes conseguirlo. Recuerda muy bien que
debes conseguir una concentración superior a la de los días
anteriores.- decía Vincent mientras dejaba sus pertenencias a un
lado del área de entrenamiento.
Okey.- contestó Cheryl soltando el aire contenido en sus pulmones.
Cramer se le lanzó encima con el intento de acertar un golpe en el estómago de la muchacha. Esta pudo esquivarlo mediante la realización de una pirueta hacia su lado derecho.
Muy bien Cheryl sigue así.- Vincent giró noventa grados para lanzar
otro ataque contra la aprendiz.
Cheryl bloqueaba los ataques de Vincent como nunca antes lo había hecho.
Generaba movimientos con los brazos de manera impecable. Sin embargo, su jadeante sed y la constante respiración acelerada comenzaban a dar señales de que su rendimiento comenzaba a disminuir. Tras unos cuantos golpes, cada vez más veloces, por parte de Vincent, el individuo terminó asestando dos puñetazos: uno en la barriga, el cual hizo que ella se agachara; el segundo, en la cara, consiguiendo con este que Cheryl cayera
contra la grama verdosa.
Bueno Cheryl, excelente intento, pero necesitamos mejorar tus
habilidades en cuanto a la resistencia. No sueles soportar mucho en el campo de batalla. Recuerda que eso es muy importante, más aun cuando solo te he atacado con golpes físicos y no con los excepcionales. Claro está, haré usos de ellos, pero mucho más adelante cuando hayamos descubierto tu centro de poder.
Cheryl, echada sobre la grama, hacia caso omiso de las palabras de Vincent. Las escuchaba en el fondo, tal cual como si se estuviese desmayando y escuchara los últimos sonidos antes de desconectarse de la vida por unos cuantos segundos. Ella solo apreciaba a un conejo. Este era de color blanco, color que se hacía ver muchísimo más brillante por efectos de los rayos del sol. Analizaba su pelaje, su tamaño tan pequeño, la forma en la que este animal tomaba su alimento y lo rasgaba con los dos dientes delanteros que tan visibles son en ellos. Comenzó a pensar en su gran habilidad para el movimiento. Sabía que los conejos son animales muy rápidos y muy difíciles de capturar. Eso sí, más allá de su rapidez no poseen más habilidades que comer y realizar prioridades biológicas. Cheryl cerró los ojos e imaginó por un momento ser el centro de atención del
mundo. Habría dado todo por ser un conejo en el mismo momento que los
violadores intentaron conseguir su objetivo. Habría corrido tan rápido que ni un mismísimo puma la habría logrado alcanzar.
Se puso de pie y decidió continuar con el entrenamiento. Las rutinas y los movimientos comenzaron como en el intento anterior. Conseguía esquivar uno que otro golpe, sin embargo, Vincent conseguía pequeños roces con el cuerpo de Cheryl. Ella no luchaba aun, solo se limitaba a esquivar la multiplicidad de los ataques y a concentrarse por lograr una mayor resistencia que en veces anteriores. No obstante, la imagen del conejo continuaba en su mente, perplejo, como diciendo “tómame como modelo, adapta mi agilidad, sé rápida como yo”.
Justamente cuando su entrenador sabía que ella iba estar desconectada de su capacidad para continuar, intentó dar el golpe inicial. Para la sorpresa de Vincent, el intento resultó fallido. Ella se incorporó nuevamente en combate, como si le hubiese colocado unas pilas nuevas y su energía, su resistencia hubiesen recuperado todo lo perdido, solo que esta vez era mucho más veloz. Vincent, por otro lado, iba aumentando el nivel de complejidad, realizando movimientos y ataques poco posibles de esquivar a simple vista.
De pronto, la imagen de la mujer comenzó a modificarse: comenzando primero por un brillo amarillo en todo su cuerpo, después su cuerpo se desplomó en el suelo bajo un estado de shock. Mediante unas cuantas convulsiones, o así parecían, las extremidades de su cuerpo comenzaron a colapsar dramáticamente. Vincent podía ver y escuchar como los huesos se torcían, se rompían y luego acoplaban un tamaño mucho más pequeño.
Finalmente su imagen se convirtió ya no en una hermosa chica, sino en un
conejo.
Vaya, vaya, vaya sorpresa. Creo que hemos dado con tu gran don
Cheryl. Al parecer pudiste convertir no solo tu cuerpo sino tu habilidad en la imagen de aquel animal que nos observa constantemente. Si tú lo quieres, seguiré con mis ataques. Veamos que tan veloz te has puesto.
Vincent no comenzó por ataques fáciles, todo lo contrario, comenzó con un nivel superior al que había mostrado anteriormente. Como miembro y organizador de los Tolls, no se permitía a si mismo tener solo esa habilidad, es por ello que manejaba otros campos de dones como el de invocación
animal que realizaría en ese momento para poner fin al don de Cheryl.
Serpentum.- comenzó a formarse en la grama la figura alargada de
una serpiente gigante. Este nuevo animal, tras unos cuantos movimientos sencillos, pero rápidos al mismo tiempo, consiguió dar con el conejo. A continuación, la serpiente lo enroscó entre sus vértebras cubiertas por la piel babosa. Luego, comenzó a apretar, hasta que el pobre conejo comenzó a perder fuerzas. La culebra desapareció y el conejo, muerto en el acto, volvió a adquirir la forma de Cheryl.
¿Qué me pasó? Podía ver que una serpiente gigante, invocada por
ti, me atacaba sin compasión. Podía ver, pero cuando quería hablar no podía. ¿Qué fue de mí?
Bueno, hemos dado finalmente con tu don. Posees la habilidad de
convertirte en cualquier animal al que observes. Para ese momento
tu prioridad era ser mucho más ágil en cuanto a movimiento, y que
mejor opción que un conejo. Puedes convertirte en el animal que desees, siempre y cuando tu energía te lo permita; de ella dependerá las veces que puedas realizar tu ataque. Una vez que es asesinado tu animal, vuelves a tu forma original, por lo tanto, la única forma que puedan eliminarte del todo es cuando estás bajo forma humana.
¿Qué nombre le pondrás a tu don?
Cheryl con una gran expresión de alegría en su rostro dijo: animalidad.
Los recuerdos de Cheryl de aquel maravilloso momento no se podían borrar de su memoria aunque le lanzaran millones de encantamientos y hechizos. Había sido un día muy especial para ella. Por primera vez era importante dentro de un grupo, dentro de los Tolls. Ahora se encontraba a las afueras del gran árbol a donde había llegado aquella noche agitada. Con los nervios de no saber si la habían descubierto, tuvo que correr rápidamente entre
aquella maleza que le cortó el rostro en algunas oportunidades.
Muy bien discípula, esta es la foto del joven al que debes buscar. En
esta ocasión no contarás con la compañía de Marty. Debes hacerlo
por ti sola, valiéndote siempre de tus dotes animales. Debes traer a ese chico cuanto antes. Lo más rápido que te sea posible.
Claro que si Vincent. Pronto estará junto a nosotros, muy pronto tendrá la marca. Además, quisiera verme reflejada en él cuando lo estés entrenando. Será bueno. Es hora de irme. ¡Hasta pronto!
Hasta pronto Cheryl. Cuídate.
Cheryl miró al cielo, observó fijamente a un pájaro y adquirió su forma, despegando así de aquel lugar y rumbo a su misión de reclutamiento.
**
El día que Emil estaba esperando había llegado. La fecha era la del 20 de noviembre. Nunca podría olvidar aquel día, sobre todo ese día. Su día había sido de lo más normal. Había ido a la universidad, cursar una que otras materias y presentar el parcial que le habían asignado. Siempre había sido muy estudioso, siempre se preocupaba por no bajar su promedio de los 15 puntos. Nunca se la pasaba solo en el campus universitario, todo lo contrario, siempre estaba rodeado de su grupo de amigos más allegados, entre los que se encontraban: Ginger, Gregory y Pam.
Ginger era una chica de 19 años de edad, muy extrovertida, alegre y súper cariñosa. Era la chica que todo hombre hubiese querido como novia. Físicamente, era de contextura delgada, pelo amarillo y de piel clara. Medía un metro y medio aunque siempre se preguntó por qué no había salido a sus padres, quienes eran sumamente altos. Era obvio que algún problema debía de tener. Era muy allegada a Emil, se conocían desde niños, puesto que sus padres eran muy buenos amigos también.
Gregory, era una versión exacta de Emil, solo que Greg era tímido y un poco miedoso ante cosas que nunca antes en la vida había experimentado. Entre él y Emil había existido una competencia al estilo de La Guerra Fría, Emil lograba esto, Gregory lograba lo otro, Emil sacaba 18, Gregory conseguía un aplastante 20. Sin embargo, su amistad fue una de las mejores. No se conocían desde la infancia como era el caso de Ginger, sino que Gregory entró al colegio, en el cual se graduaron los últimos dos años de estudio. Él era alto, un poco musculoso, pero que al fin y al cabo nunca le sacaba provecho a su fuerza. Mucha gente se solía meter con El, pero solo los ignoraba, como si no estuviese pasando nada.
Pam, siempre estuvo enamorada de Emil, si tan solo le hubiese dicho su gran secreto romántico habría pasado a otra historia, pero ese no era el caso. Ella se mantenía en un silencio profundo, admirando cada día más a Emil. Era de imaginarse que lo celaba inmensamente con Ginger, quien se la pasaba para arriba y para abajo con Emil. Pam era de pelo negro un poco más alta que Ginger, pero con el cuerpo un poquito pasado de peso, característica que la ponía de mal humor frente a sus amigas.
La tarde la pasarían estupendamente bien. El plan inicial era ir a tomarse unos helados en la plaza Victoria, la cual estaba ubicada a pocas cuadras de su universidad. El lugar era bastante deambulado por los estudiantes de la institución. Todos iban para allá después de clases, compartían un rato y luego cada quien se dirigía de nuevo a sus hogares.
Aun no era fin de semana por lo que no podían salir a rumbear para las discotecas, como era la costumbre. Emil estaba dispuesto a pasarla bien estuviese donde estuviese, por supuesto, que siempre con sus tres mejores y
fieles amigos.
¿Qué tienes pensado hacer para el fin de semana Emil?- le dijo su
enamorada secreta.
Aún no lo sé Pam. Tal vez salga de viaje con mis padres adoptivos,
quizás me vaya por allí a tomar un par de cervezas o tal vez los lleve
a la casa y nos caigamos a tragos como es de costumbre.
Nada mejor pasaba por la mente de Pam que emborrachar al cumpleañero. Que cantidad de cosas le hubiese hecho si…
Emil te he traído un obsequio.- Ginger metió su brazo izquierdo en el
morral y sacó una cajita envuelta en papel de regalo.
Ginger no te hubieses molestado, pero igual gracias.- se podía ver su
sonrisa de un extremo de la cara al otro.
Pam miraba con recelo los ojos perdidos de Ginger ante la alegría de Emil.
¡Vaya! Es una brújula.- sabias que soy un despistado, no perdiste
tiempo en decidir que regalarme, está súper Ging muchísimas gracias.- Emil se le plantó en frente a Ginger y tras ofrecerle un fuerte apretón terminó colocándole un beso en la mejilla.
Pam interrumpió agobiada por esa escena:
Bueno Ginger, y para qué más o menos le diste una brújula, es decir,
conozco tus motivos, pero ¿Qué utilidad en especial tiene ese regalo?
Es sencillo Pam. Esa no es una brújula corriente. La compre en la
tienda de artefactos extraños que está en el centro de la ciudad. Resulta que la brújula está programada con funciones de GPS, lo que trae la opción de colocar nuestros teléfonos celulares y así poder saber dónde nos encontramos. Maravilloso objeto ¿No lo crees?
Si… bueno… tienes razón.
Por los cielos solían pasar múltiples tipos de aves, pero en aquella oportunidad había una particular surcando el cielo de Plaza Victoria. El ave descendió hasta colocarse en uno de los banquitos cercanos al grupo de amigos. Analizando la situación, el entorno, a cada una de las personas que pasaban por los alrededores.
El pájaro bajo del banco, fue dando paso tras paso mediante sus dos únicas patas, hasta irse incorporando poco a poco entre los árboles del parque.
Terminó por llegar a un diminuto río que se encontraba a la terminación de
una pequeña bajada.
Animalidad afuera.
El cuerpo del ave se fue convirtiendo rápidamente en la figura de Cheryl. Claro que tales palabras habían sido expresadas mentalmente. Aun no era capaz de hacer que sus animales pronunciaran ningún vocablo. La transformación inversa, es decir, del animal a su persona, no le había resultado tan incómoda como la primera vez que lo experimentó, puesto que ya su experiencia se había incrementado sobre su nivel esperado.
Pues allí estaba ella, a unos cuantos metros de distancia de la persona a la que tenía que rescatar de su indescriptible futuro. ¿Qué sería de sus amigos? ¿Cómo evadirlos sin que se dieran cuenta que ella se llevaba prestado al pequeño de veinte años?
Tras minutos y minutos pensando cómo realizar los movimientos correctos, pudo visualizar un caballo que estaba justamente del otro lado del río. Al observarlo había pensado su posible escape con el joven. Pero, necesitaba algo más. Nada mejor que una fusión de transformación para aquella ocasión. Cheryl cerró los ojos y pudo visualizar tanto al caballo como al ave que estaba en el árbol frente a ella. Minutos después se estaba acercando
al grupo de amigos.
Hola, ustedes no me conocen ni yo tampoco a ustedes, pero
necesito su ayuda de manera urgente y rápida. Verán, mi carro está del otro lado del parque y no puedo encenderlo. El vehículo es sincrónico, así que si ustedes cuatro me ayudan a empujarlo, podría
servir para por lo menos encenderlo y poder llegar a mi casa sana y
salva.
Claro que si.- Contestó Gregory, quien era la persona más fortachona del grupo. Los demás le siguieron la corriente.
Una vez estando en el vehículo, Cheryl le sugirió a Emil que prendiera la camioneta, mientras el resto del equipo de rescate iba empujando el carro. Así fue. Quienes se encontraban en este momento con el empuje del vehículo eran Pam, Gregory, Ginger y Cheryl.
Cheryl, enseguida y sin perder tiempo, prosiguió a transformarse en una serpiente venenosa. Su fin no era matar a los jóvenes ayudantes, sino dormirlos por un par de minutos, mientras ella y su objetivo escapaban.
¡animalidad! Picó a cada uno en el tobillo, lo que hizo que uno por uno se
fuera desplomando. Ella lo había maquinado demasiado bien, el veneno de la culebra no solo los dormía, sino que también los hacía olvidar los recuerdos más cercanos para el momento. Enseguida volvió a utilizar su hechizo para invocar a una forma mucho más constructiva y ambiciosa: tras unir los recuerdos en su mente del caballo y del pájaro, continuó a la transformación.
Un caballo con alas salió rápidamente de la parte trasera externa del vehículo, montó a Emil bruscamente con sus alas y enseguida emprendió el vuelo. Por suerte, en el camino del pequeño río hasta los chicos, ella había visualizado a un camaleón, motivo por el cual lo aplicó también a su mezcla caballo-pájaro. De esta forma, resultó invisible para los individuos normales de la zona.
Mientras estaban suspendidos en el aire Emil no era capaz de pronunciar
ninguna palabra, solo se tambaleaba de un lado al otro intentando bajarse de tan extraño animal. Lo cierto es que no podía descender, de hacerlo moriría en el instante. Por más que existía ese peligro, el continuaba haciéndolo, al mismo tiempo que Cheryl, convertida en el híbrido animal, lo sujetaba fuertemente con las alas mientras intentaba planear al mismo tiempo.
Finalmente aterrizaron en una colina, de la cual se podía visualizar de manera muy pequeña la gran ciudad de un lado y el bosque verdoso del otro. La sorpresa del joven aumentó aun más cuando ella volvió a su estado
original.
¿Qué es todo esto?- Emil, que se encontraba en el suelo, se
arrastraba hacia atrás tratando de perder a la mujer de su vista. Esto
le resultaba obviamente inútil.
Emil soy Cheryl, miembro de la asociación de Los Tolls.
No…no…no sé de qué me estás hablando… ¿Cre…crees que puedes llegar así como si nada, herir a mis compañeros y raptarme de esta manera? ¡hoy es mi cumpleaños maldición!
Lo sabemos claramente, por eso es que te hemos reclutado el día de hoy. Tu momento ha llegado, en verdad, el momento de todos ha llegado y no puedes hacer nada para revertir ese futuro que se avecina. Puedo decirte que tienes un gran don, del cual no eres para nada consciente, pero del cual entenderás todo a la perfección en cuanto lleguemos al lugar acordado con Vincent, nuestro superior.
Ni siquiera sé que hago hablando contigo, tampoco sé por qué tú
eras… ¡Bah! Olvídalo, debe ser una alucinación, un sueño. Esto no
me puede estar pasando a mí.
Vamos niño, ¿no quisieras saber lo de tus padres? ¿no quisieras
saber que son los amuletos?
Cheryl estaba comenzando a llamar la atención del muchacho, quien estaba inmóvil, sin poder ni querer hacer ningún movimiento. Después de
unos minutos de silencio. Él le dijo:
Muy bien. Llévame contigo. En verdad, ¿Qué podría hacer yo?
¿luchar contra ti? ¿luchar contra alguien que se convirtió hace nada en un… en algo? Qué cosa peor que esta podría ocurrir. Adelante, vayamos.
Muy bien Emil, pero primero debo contarte la historia de los dos amuletos. No podemos marcharnos y llegar a la guarida sin que sepas esto con antelación. Una vez que estemos allá, nuestro superior se encargará de ponerte al tanto de otras cosas, de otros secretos que tú quizás quieras escuchar, encontrarles respuesta. Pues bien, así comienza la historia de los dos amuletos:
La historia cuenta que hace 100 años atrás, en el pasado, se formó una guerra entre el bien y el mal. El bien estaba representado por los Tolls, mientras que el mal por los Nox. Cada uno buscaba su fin último en la tierra.
Por un lado, Los Tolls buscaban la victoria del bien, con esto, podrían implantar una paz que duraría muchísimos años. Ellos no eran tontos, sabían a la perfección que la paz no dura para siempre, pero se
conformaban con que durara lo necesario para que las personas entraran en consciencia.
Por el otro, estaban los Nox, empeñados desde años atrás en que el único lado que debía triunfar era el mal. Para ellos, la vida en la tierra de las personas carentes de dones no era bien vista, de hecho, podían jurar con los ojos vendados de que la única solución para ese problema era la aniquilación total de estos individuos.
Los conflictos se comenzaron a acrecentar cuando los Tolls decidieron apoyar y salvaguardar el bienestar de las personas comunes que vivían en la tierra. Pero, nunca pudieron llegar a un acuerdo pacífico, por lo que se dio inicio a la primera gran guerra.
Fueron muchos años en los que caían consecuentemente guerreros de ambos bandos. Habilidades nuevas y más poderosas gobernaban a su gusto el lugar de batalla. Solo dos cosas dieron origen a lo que hoy se conoce como el equilibrio del bien y el mal. Estos fueron los dos amuletos.
Los artefactos eran de dos colores: rojo y amarillo. La designación de estos dos había sido por los poderes de las dos personas que los habían creado.
Tralius Tolls y Keler Nox habían sido los causantes de estos dos amuletos. Y es que la guerra llegó a un punto muerto, en el cual ninguno de los dos bandos lograba conseguir la ventaja sobre el otro y mucho menos la victoria sobre los derrotados. Fue cuando estos dos personajes llegaron a la conclusión de que debían enfrentarse a muerte.
El conflicto había comenzado, se desconoce las habilidades de ambos, pero lo que sí se sabe era que tenían dones de los mismísimos dioses. Este combate se creía que llegaría a otro punto muerto, hasta que los dos decidieron atacarse con los dos poderes más potentes de cada uno. Se dice que de la mano de cada uno salió un rayo rojo, por el sello de Tolls, y un rayo amarillo por la mano de Nox. Fue tal la presión que ambos terminaron completamente destruidos, consumidos por las ansias de poder que tanto deseaban conseguir.
La Congregación, una institución de sabios de la época, decidió encargarse del asunto, fue entonces cuando por primera vez intercedieron ante el conflicto. La resolución de ellos fue muy pacífica, pero al mismo tiempo agresiva. Pacífica, porque lo que hicieron fue convertir los poderes de ambos cadáveres en estatuillas, a las cuales se les asignaron identidades del bien y el mal. Posteriormente, pasaron a lanzar un gran hechizo: ambos amuletos representarían el equilibrio del bien y el mal. De tomarse los dos amuletos en manos de uno de los dos bandos todo quedaría hecho pedazos. Los Nox apostaban por poseer ambos, para reinar en tinieblas por la eternidad. Los Tolls decidieron no tocar ningún amuleto, dejarle esa misión a La Congregación. Así fue como se mantuvo tal balance.
Para el día de hoy, los dos bandos se han vuelto a formar tras el robo de uno de los pergaminos. En este caso el pergamino rojo.
¿Qué son los pergaminos? Son dos en total, cuya finalidad única es la respuesta de las bóvedas en las cuales están ocultos dichos amuletos, no
solo eso, sino que también indica su ubicación y la manera en la cual se accede a ellas.
Tú, Emil, eres uno de los elegidos, eres uno de aquellos tantos que posee un don específico, el cual debemos hacer que explotes al máximo para que al momento de reflejarlo en el campo de batalla, nos puedas ayudar mucho a recuperar ese pergamino antes de que las cosas empeoren más.
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